Hoy por hoy pocos conocen realmente el sentido de la Cuaresma y lo que esta experiencia puede hacer por nosotros. Se trata de una excelente ocasión para fortalecernos y revisar nuestras áreas de oportunidad mediante pequeños retos. Atrévete a vivir la experiencia de la Cuaresma con estas sencillas prácticas.

Casi todos saben que el miércoles de ceniza inicia el tiempo de Cuaresma. Un periodo que rememora los 40 días que Jesús permaneció en el desierto, venció a las tentaciones y se dispuso a realizar sacrificios. Es un periodo de preparación para la Semana Santa, en la que se conmemora la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo.

En la actualidad, esta experiencia resulta distante y ajena a nuestro día a día e incluso mucho distorsionan su verdadero significado. No se trata de hacer sacrificios por hacerlos o dejar de comer. Vivir la Cuaresma debe ser una decisión consciente y reflexiva sobre cómo vivimos nuestra vida, lo que consumimos y cómo lo hacemos.

Atrévete a vivir la experiencia de la Cuaresma

El consumismo y los excesos están a la orden del día en nuestra sociedad. Podemos plantearnos  desde este punto de vista cómo vivir la Cuaresma de acuerdo a los tiempos que corren. A continuación te aconsejamos algunas acciones que pueden acompañar este tiempo de reflexión:

  • Crea hábitos: Sea para ayudar a alguien de tu entorno o para compaginar tus estudios y tu trabajo, necesitas crear hábitos conscientes.  Estas semanas puedes establecer acciones por día y hora para empezar el camino del cambio. Lo más importante es cumplir con lo que te propones y ser perseverante.
  • Integra un grupo: si varios amigos o compañeros quieren aprovechar la Cuaresma para mejorar sus debilidades, malos hábitos o vicios, crea un grupo para apoyaros los unos en los otros. Podéis crear un plan conjunto o bien recordar los retos de cada día que habéis propuesto.
  • Un reto común: si haz integrado un grupo con los que compartir la experiencia de la Cuaresma pueden planificar realizar un reto común, como ahorrar una suma de dinero semanal para donar a una colecta o causa noble.

Cualquiera sea la forma, atrévete a vivir la experiencia de la Cuaresma, como una forma de mejorar cada día y dar lo mejor de ti.