Es imposible desligar la vida actual de las redes sociales. Son una parte fundamental  de la era digital. Han cambiado nuestros hábitos y generado otros nuevos, desde la forma de comunicarnos hasta las vías para buscar empleo. Entonces, ¿cómo afectan las redes sociales a los estudiantes?

Estudios recientes indican que las redes sociales, el uso de dispositivos móviles y el tiempo que los estudiantes universitarios dedican a navegar por Internet impactan su rendimiento académico.

Las redes sociales, una gran responsabilidad

Dado que no podemos ignorar la presencia de las redes sociales y de la tecnología en general en nuestra cotidianidad, es necesario integrarlas con responsabilidad.
Es decir, hacer uso de ellas y no entrar en su abuso.

Los estudiantes universitarios pueden dedicar casi la mitad de su jornada a revisar el móvil y las redes sociales, con foco en contenidos audiovisuales. Esta acción tiene efectos sobre su atención y concentración en el estudio y la realización de los deberes. Así como las horas de sueño o descanso.

Integrar las redes sociales

Pareciera  que las redes sociales son nocivas para el estudio, al ser una fuente de distracción. Muchos apuestan por restringirlas en el aula y en el tiempo de estudio o trabajo. Sin embargo, otros se decantan por integrarlas, junto al uso de los dispositivos móviles y la nueva tecnología. Esto responde a que puede fomentarse su uso creativo y más profesional como nuevos medios para la gestión del conocimiento, el aprendizaje y la vinculación con nuevas oportunidades laborales.

Beneficios que ofrecen las redes sociales a los estudiantes

Las redes sociales pueden ser aliadas del estudio. Siempre y cuando se usen con fines educativos. Este es el caso de los perfiles o páginas sobre alguna temática o las apps que ayudan al estudiante a organizarse en sus estudios.

Por otro lado, las redes sociales ayudan a crear una identidad digital, que luego será una vitrina en el caso del empleo. Muchos empleadores revisan los perfiles de los candidatos en las redes sociales para asegurarse que se encuentran conectados a los valores de las marcas empresariales.

Además, también posibilitan contar historias y conectar con otras personas, así como generar conciencia sobre temas sociales. De igual forma, fomentan el trabajo en equipo y la participación. Por todo ello alientan el desarrollo de competencias transversales como la empatía y la colaboración.