Se sabe que el verano es época de playa, relajarse y descansar. El desconectarse de las responsabilidades del día a día permite que la mente renueve energías para volver con ánimos a las actividades de siempre, bien sea que estudies, trabajes, o ambas cosas. Pero en el fondo, puedes estar perdiendo más que ganando al escapar por completo de algunas rutinas, especialmente si se trata de rutinas saludables como el ejercicio. De aquí la pregunta: ¿Ejercitarse o descansar en verano?

Ejercitarse vs descansar en verano

Si eres de las personas que no paran de hacer ejercicios, ni siquiera algunos días en vacaciones, es posible que acabes con un síndrome llamado “burn out”, o también síndrome de sobreentrenamiento. El síndrome de sobreentrenamiento se conoce como un descenso en el rendimiento físico. Este es provocado por factores estresantes que son consecuencia del entrenamiento excesivo y la ausencia de recuperación adecuada. Acabas finalmente “quemado” dicho de otra manera.

Por otra parte, si dejas que la pereza te atrape y abusas del descanso durante el verano, será fácil perder la forma física y con ella la motivación. Es decir, si el verano dura entre dos y tres meses, hablamos de un periodo lo suficientemente largo como para que sea más difícil retomar luego la rutina del ejercicio. Además de esto, considera el aumento de peso que implicaría el sedentarismo y el exceso de comida típico de los viajes y esparcimientos vacacionales.

Entonces lo ideal es combinar ambas cosas. Al fin y al cabo, uno no excluye al otro, sino por el contrario. Pueden ser perfectamente combinados para lograr un equilibrio justo. Descubre más en nuestro articulo 9 fantásticas maneras de estar en forma este verano.

Ejercitarse no está reñido con las vacaciones

No importa el plan que elijas en vacaciones, puedes mantenerte activo y aprovechar la naturaleza para ejercitarte. Tanto si vas a la playa o al campo, lo que cuenta es aprovechar lo que el lugar tiene para ofrecer y seleccionar la actividad que mejor se adapte a ti. Si este año tu destino veraniego es la playa, tendrás a mano actividades físicas como caminar, correr, jugar al fútbol, voleibol playero o jugar con raquetas de playa. Si estás solo puedes planear un mini circuito físico o bien una serie de ejercicios individuales frente al mar. Pero si prefieres el campo, están las cabalgatas, el senderismo, rapel, canotaje, escalada, trekking, escalada y ciclismo.

Otra forma de mantenerse en forma durante tus vacaciones es optar por desplazarte en bicicleta para conocer una nueva ciudad o simplemente pasear por rutas en bosques y playas. Son muchos los beneficios que la bici proporciona a quienes apuestan por ella. Si no tienes entre tus planes viajar, recuerda que existen  piscinas públicas en casi todos los  ayuntamientos,  polideportivos con actividades de verano, así como lugares y parques públicos con innumerables posibilidades para mantenerse en forma. Andar, correr, hacer deporte en canchas al aire libre, pasear en bici, o simplemente colocar una manta sobre el césped para hacer unas cuantas posturas de Yoga.

En conclusión, las actividades físicas y los deportes no están reñidos con las vacaciones. Y si eres estudiante, ejercitarte durante el verano te ayudará a mantener una actitud positiva y comenzar tus clases lleno de optimismo, ya que favorece la producción de serotonina, aumentando la sensación de bienestar.

Rutinas de ejercicios para vacaciones

Durante el verano, al haber una interrupción dramática de todas tus actividades usuales, puedes abandonar tus rutinas, incluida la de los ejercicios. Para que esto no te ocurra, será necesario aplicar algunos trucos.

  1. Planifícate. Incluye la rutina de ejercicios en el itinerario de tus vacaciones como una prioridad. Define los posibles horarios y momentos en los que la dinámica de las vacaciones lo permitan. Recuerda que la idea tampoco es ir contra corriente.
  2. Prepara la maleta con previsión. Si vas de viaje, haz la maleta con calma para no olvidar la ropa, calzado e implementos que necesitarás para tus ejercicios o deportes favoritos al llegar.
  3. Sé realista. Cuando decidas cuánto tiempo al día o a la semana quieres implementar en ejercitarte, hazlo ajustándote a tus otras actividades de disfrute. Todo esto evitará que faltes a tus promesas y terminarás por desmotivarte.
  4. Invita a otros. Si te ejercitas en compañía, será más agradable para ti y no tendrás remordimiento por quitar tiempo a tu familia, pareja o amigos. Será otra forma de compartir con ellos.
  5. Elige las mañanas. Si planificas un horario en las mañanas para ejercitarte, tendrás el resto del día para dedicarlo a otras actividades.

Además de mantener una alimentación saludable, combinar el descanso con actividades físicas en vacaciones es beneficioso para tu salud. Además, tendrás más energía para llevar a cabo tus planes de viaje y actividades de verano.