Este año que termina nos deja un sinfín de lecciones. En una sociedad que venía con una tendencia cada vez más individualista, la pandemia de Covid-19 ha representado una oportunidad para reflexionar y actuar. Entender que el voluntariado es esencial para el cambio social.
Promover la solidaridad y la empatía será el pilar para campear el vendaval de las dificultades. Es parte de lo que caracteriza a las personas voluntarias. Porque hacer voluntariado pareciera ser un asunto de aquellos a los que les sobra el tiempo. Pero es todo lo contrario.
Ser voluntario implica dar lo que no nos sobra. Nuestro tiempo y nuestro talento son los tesoros que compartimos con los que más lo necesitan. El voluntariado llenará nuestra vida de una satisfacción muy distinta a la que se obtiene cuando recibimos por nuestro trabajo una remuneración económica.
Lo que significa ser voluntario
Los voluntarios deciden por voluntad propia ofrecer parte de su tiempo para llevar a cabo una actividad que beneficia a otros, de forma solidaria, es decir sin recibir un pago monetario como retribución.
Por esa razón, el voluntariado es una actitud, una manera de vivir, que se escoge libremente. También es un llamado a contribuir con un mundo mejor, desde la visión de la responsabilidad social.
Por lo general, si la persona voluntaria pertenece a alguna organización recibe formación permanente para realizar la actividad que se le ha encomendado. Esta es una experiencia valiosa para aprender y sentirse útil. De esta manera, el voluntariado no solo beneficia a quien recibe el apoyo, sino a quien realiza la acción de ayudar a otros. Porque refuerza su autoestima, el respeto hacia sí mismo, mejora su relacionamiento y la visión que tiene del mundo.
El beneficio tangible del voluntariado en el mundo
El voluntariado deja cada año un aporte real e importante a la economía mundial. Según el Centro Johns Hopkins para Estudios de la Sociedad Civil, 140 millones de personas aproximadamente en 37 países, son voluntarios en un año. Se trata de un equivalente de 20.8 millones de empleos de tiempo completo y $400 mil millones de dólares anuales. En el VII Estudio sobre Voluntariado Universitario efectuado por la Fundación Mutua Madrileña, las mujeres encabezan las acciones de voluntariado. En la investigación participaron 48 universidades de España, públicas y privadas, 113 ONG y más de 19.200 alumnos.
Pero este beneficio económico no es comparable, con el aporte al tejido social que proporciona el voluntariado. Une a las personas y fortalece a la sociedad al poner en práctica acciones que mitiguen las diferencias sociales y económicas. Además, promueve valores sociales en las comunidades que se traducen en mayor bienestar para todos.
Todos podemos contribuir con el cambio
Como todos los años, el 5 de diciembre se celebra el Día Internacional de los Voluntarios. A través de este espacio se agradece la labor de quienes participan con sus contribuciones voluntarias y promueven el bienestar de aquellos a quienes ayudan.
Pero no solo es una celebración. Sino una llamada a convertirnos en voluntarios y voluntarias. A formar parte del cambio social, promoviéndolo desde nuestros aportes y espacios. Dejar de quejarnos por aquello que no está bien para ocuparnos y generar el cambio que queremos.