Cuando piensas en colaboración recuerdas a tu madre pidiéndote ordenar tu dormitorio o recoger la mesa del comedor. Efectivamente el concepto de colaboración nos acompaña desde que somos niños y forma parte de lo que aprendemos en el hogar y reforzamos en la escuela. Más allá de ello, la colaboración y la empatía son imprescindibles para estudiar y trabajar con éxito.

Al convertirnos en adultos, pensamos que la colaboración y la idea de empatía es una utopía. Un ideal hermoso que se quiere lograr en el mundo pero poco práctico. Quizás pienses que existen por allí un puñado de personas solidarias y colaboradoras pero que no es algo que le toque a toda la gente por igual.

Pues la verdad es que la colaboración o cooperación es una de las competencias o capacidades más buscadas actualmente por las empresas. También es uno de los atributos valorados y promovidos en el colegio y luego en la universidad. Y es que la mayoría de los objetivos que nos proponemos no pueden alcanzarse generalmente sin la ayuda y el apoyo de otros.

Colaborar es compartir el peso de las responsabilidades y tareas

Cada vez es más frecuente ser evaluados a través de ejercicios colaborativos o trabajos en grupo en la universidad. Así mismo en los actuales procesos de selección son comunes los role playing o dinámicas de grupo para definir a los candidatos con más posibilidades de acceder a un puesto de trabajo. Lo que está verdaderamente en juego es probar si eres o no capaz de apoyar a otros en la consecución de un objetivo. Y más aún si eres de las personas a quienes les importan los demás.

La colaboración y la empatía son imprescindibles para estudiar y trabajar con éxito. Los trabajos y dinámicas de grupo nos ayudan a confiar más en nosotros mismos y refuerzan nuestro sentido de la responsabilidad. Desarrollar la colaboración y la empatía es parte de nuestra educación emocional.

Desarrolla tu capacidad para colaborar y ser empático

  1. Apúntate al voluntariado

Además de asistir regularmente a clases, pregúntate si podrías colaborar en alguna actividad voluntaria en tu universidad, residencia universitaria, comunidad o parroquia. Seguramente tienes algún talento o habilidad que puedes compartir con otros.

  1. Colabora con el orden y la limpieza

Si estudias lejos de casa, puedes mantener limpio y ordenado tu dormitorio en la residencia universitaria tomando en cuenta los tips de Marie Kondo para estudiantes. Aunque exista personal de mantenimiento, ser colaborador nunca está de más si se trata de nuestras propias cosas y espacio.

  1. Apoya a quienes lo necesiten

Otra forma de desarrollar la colaboración es ayudar a algún compañero o compañera con trámites o tareas que se le dificulten. Sobre todo si es una persona que estudia y trabaja.

Observa a tu alrededor si alguna persona necesita especial apoyo para sobrellevar una situación especialmente complicada como una enfermedad, la ausencia de un ser querido o dificultades en sus estudios. Quizás puedas echarle una mano y desarrollar tu empatía.

  1. Entrena deporte en equipo

Si te ejercitas con regularidad, también puedes apuntarte a deportes en equipo como el voleibol, baloncesto o el fútbol. Estas y otras disciplinas permiten un mayor relacionamiento directo entre los jugadores e invitan a trabajar en equipo para ganar el partido. Puedes aportar lo mejor de ti al equipo mientras te mantienes en forma.

  1. Ofrécete para organizar actividades

Tanto si se trata de actividades académicas como de reuniones con los amigos, puedes ser tú quien se ofrezca a organizarlas. Aplicaciones gratuitas como Wunderlist pueden ayudarte a organizar la fiesta del fin de semana y dividir las responsabilidades entre tus amigos. También puedes crear las listas de tareas para los trabajos en grupo ya que esta es una de las aplicaciones que te ayudan a mejorar tus estudios.

Si tienes compañeros de estudios de otras ciudades o países, puedes ofrecerte a ser su guía turístico for free y mostrarle lo hermosa que es Sevilla.