¿Sabes que la educación emocional mejora tu inteligencia? Hace ya algunos años que se descubrió que existían múltiples formas de inteligencia humana. Fue Howard Gardner y sus colaboradores de la Universidad de Harvard quienes se percataron de que la llamada inteligencia académica no era determinante para establecer qué tan inteligente es una persona.
Efectivamente, obtener titulaciones y méritos académicos y educativos es un tipo de inteligencia. Pero quienes llevan a cabo un buen manejo de las emociones o poseen inteligencia emocional tienen asegurado el 80% del éxito en la vida, según lo explica Daniel Goleman.
Educación emocional e inteligencia emocional
Con el avance de las neurociencias, se ha incorporado en muchos colegios y universidades del mundo a la educación emocional como una asignatura esencial para las nuevas generaciones. El desarrollo de competencias emocionales y habilidades sociales facilita la regulación de nuestras emociones y el relacionamiento con nosotros mismos y con los demás.
Hoy por hoy las empresas están en la búsqueda de personas con estas importantes competencias transversales o aptitudes, más allá de sus titulaciones y formación académica. Si compaginas estudio y trabajo o creando tu currículum, debes poner foco en desarrollar e incluir las competencias emocionales y habilidades sociales.
La importancia de la educación emocional para los estudiantes
¿Sabes cómo la educación emocional mejora tu inteligencia? Conocer y desarrollar nuestras habilidades emocionales es importante para nuestra capacidad cognitiva. En estudiantes universitarios favorece un mejor rendimiento académico.
Frente a situaciones estresantes o de alta exigencia, una persona con alto coeficiente intelectual pero sin habilidades emocionales desarrolladas puede perder su capacidad de concentración, estudio y asimilación del conocimiento.
De hecho, personas con bajo rendimiento intelectual pero con buena regulación emocional pueden salir airosas ante los obstáculos que se le presentan y lograr soluciones eficaces.
Es así como la educación emocional mejora tu inteligencia integral, que no solo se trata de memorizar o razonar sino de sentir y empatizar con otros.
Cómo obtener educación emocional para mejorar tu inteligencia
-
Conócete a ti mismo
Suena a filosofía y nos recuerda a Sócrates. Efectivamente se trata de observarse y ser conscientes de cómo reaccionamos en nuestra relación con otros y ante determinadas situaciones. Identificar nuestras emociones nos permitirá controlarlas y desarrollar nuestra inteligencia emocional.
-
Ponte en el lugar de los demás
Es lo que se denomina empatía. Se trata de la capacidad de sentir y ponerse en el lugar de los demás. La observación sin juicios permite entender las actitudes de las otras personas y mejorar nuestra forma de aproximarnos a ellas.
-
Pon balance en tu vida
Controlar la impulsividad pasa por regular nuestras emociones y realizar actividades que ayuden a llevar una vida equilibrada. Descargar el stress de un largo día de estudios y trabajo ejercitándote en alguna actividad deportiva o física es una buena forma de autorregulación. Cuidar de nuestro cuerpo con una alimentación saludable también ayuda a sentirnos bien con nosotros mismos y con los demás.
-
Sé sociable
Somos seres sociables. Es imposible no relacionarse con otros seres humanos para alcanzar nuestros objetivos. Parte de la educación emocional implica interactuar con quienes nos relacionamos, así como dar y recibir. Se trata de mantener relaciones ganar-ganar en las que aportas y te enriqueces también de la experiencia. Si vives o estudias en Sevilla, la ciudad te ofrece maravillosos espacios urbanos y naturales para el disfrute y relacionamiento con otros.
-
Mantén la automotivación
Las personas que se motivan a sí mismas son más productivas y eficientes en sus actividades. La clave es centrarse en seguir adelante a pesar de los obstáculos y las dificultades y encontrar formas de mejorar cada día. El orden y una metodología de estudios pueden ayudarte a mantenerte motivado.
Los aspectos cognitivos como la memoria y la capacidad de resolución de problemas son tan importantes como los no cognitivos, es decir los sentimientos y emociones. Desarrollar y poner en práctica todos los tipos de inteligencia de la que somos capaces los seres humanos nos garantiza un mayor éxito en la vida.