¿Te toca decidir dónde alojarte mientras vives a tope la vida universitaria? ¿Sales de tu hogar de toda la vida para estudiar en otra ciudad? ¿Residencia universitaria o piso compartido? Con este artículo te echamos una mano para que selecciones la alternativa que se adapte mejor a tus necesidades.

La experiencia de un piso compartido

Es posible que lo tengas en tu lista de deseos. Para muchos se trata de una experiencia que hay que vivir porque es sinónimo de libertad. Por aquello de que nadie te pone “reglas”. Pero la verdad es que siempre hay algunas reglas a donde quiera que vayas. Si es un piso, mínimo las de la comunidad de vecinos, y también las que tú mismo crearás con seguridad para que todo vaya bien y viváis en sana paz junto a los compañeros.

Dicho lo anterior, te habrás dado cuenta que vivir en un piso compartido implica nada menos y nada más que responsabilidad. Si tú no limpias, ni tus compañeros, pues quién lo hará. Y ni digamos el tema del pago del alquiler y los servicios, como la calefacción/aire acondicionado,  Internet, productos de limpieza y comida… Muy pronto te darás cuenta de lo que significa ser adulto, cosa que no está nada mal, pero sin duda es un cambio complicado. Sobre todo si ya de inicio te enfrentas a muchos cambios, como estudiar lejos de casa, cambiar de provincia o comunidad, empezar la universidad, estudiar y trabajar, entre otros.

A simple vista, parece que esta opción resulta la más económica. Sin embargo, antes de tomar la decisión es necesario sumar los gastos relacionados con los servicios y también incluir cualquier imprevisto que se presente para solventar cualquier incidencia o reparación.

Y no estamos diciendo que vivir en un piso compartido sea mala idea. ¡Para nada! Solo que hacerlo requiere madurez, estabilidad emocional, buena actitud y buena planificación. Hay mucho que aprender de esa experiencia, que puede ser realmente maravillosa si la vives de la forma adecuada. Si estás por terminar la universidad o ya estás por graduarte, quizás sea el plan perfecto. Pero si apenas comienzas la universidad, lejos de tu familia y amigos, quizás vivir y estudiar en una residencia universitaria sea lo más cómodo y fácil, sobre todo durante los primeros años.

¿Qué esperar de una residencia universitaria?

Tener una pensión de comidas perfecta, servicio de limpieza y lavandería, calefacción / aire acondicionado todo el año, Internet /WiFi y una habitación individual con cuarto de baño completo, nos quita de encima algunas preocupaciones. No tener que estar pendiente de planificarse cada mes  con un presupuesto para hacer frente a los gastos, te permitirá centrarte de lleno en los estudios.

Las residencias universitarias o colegios mayores pueden suponer un coste mayor inicialmente.  Sin embargo si evaluamos el gasto en comida y servicios durante un año estas ofrecen una oportunidad de ahorrar de forma significativa.

En las residencias universitarias podemos conocer gente nueva y vivir una experiencia plena si realmente lo queremos. Basta con hacer uso de sus instalaciones y compartir vivencias en el gimnasio o las salas de estudio para hacer nuevos amigos muy rápido y además aprovechar la oportunidad de ejercitarte o descansar.

Otro tema muy relevante tanto para los estudiantes como para sus familias es la seguridad. Las residencias de estudiantes ofrecen servicio de portería y parking que no solo aportan comodidad sino que proporcionan resguardo a los jóvenes.

Finalmente, las residencias de estudiantes suelen estar cerca de los centros de estudios o muy bien comunicadas para desplazarte hacia ellos. Algo que debemos considerar si insistimos en buscar un piso compartido.

La residencia Universitaria Sagrado Corazón en Sevilla

Si vienes a estudiar y vivir tu etapa universitaria en Sevilla, la Residencia Sagrado Corazón está a tu disposición para ofrecerte todos los servicios y la comodidad que necesitas. Ubicada  muy cerca de toda la oferta universitaria de Sevilla, a pocos minutos de la Universidad Loyola, a 15 minutos andando del complejo universitario de Reina Mercedes, a 25 minutos en autobús del Rectorado, del Viapol y de la estación de metro que conecta con la Universidad Pablo de Olavide, está bien comunicada con el resto de la ciudad mediante la línea de los autobuses urbanos, las estaciones de autobuses y ferrocarril (Apeadero San Bernardo y Santa Justa).

La residencia universitaria se encuentra situada en un moderno edificio de cuatro plantas con 112 habitaciones individuales con cuarto de baño completo, con aire acondicionado e Internet de fibra de alta velocidad con wifi de última generación en todas sus áreas. Posee con salas de estudio, sala de Smart-TV, sala de actos, capilla, gimnasio, jardín, terrazas, parking y lavadero.

Las estudiantes pueden disfrutar de servicio de comedor, portería y servicio de vigilancia.  Por todo ello estudiar y vivir en Sevilla durante el tiempo en que realices tus estudios universitarios será una gran experiencia sin preocupaciones.

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