Cada vez somos más conscientes acerca de lo imprescindible que es la naturaleza para el ser humano. No es al azar que centros educativos o de formación estén tomando más en cuenta su impacto positivo a la hora de planificar sus infraestructuras, al incorporar más espacios verdes en sus instalaciones. Quédate con nosotros y descubre las ventajas de estudiar en contacto con la naturaleza.
Integrar la naturaleza en la educación
Según investigaciones científicas, los beneficios de integrar la naturaleza en el proceso de aprendizaje están relacionados con el buen funcionamiento cognitivo, emocional, físico y social de las personas.
A continuación, explicaremos algunas de las bondades que el entorno natural le ofrece de forma generosa a cualquier estudiante:
- En la naturaleza, los circuitos cerebrales del ser humano responden a situaciones difíciles con mucho menos estrés. Se trata de tal vez uno de los fenómenos más importantes que ocurre.
- Pasar tiempo al aire libre promueve una mayor capacidad para la autorregulación emocional y favorece sentimientos positivos como la alegría y la serenidad. A la par, disminuye emociones como la tristeza, ira y ansiedad.
- Favorece la concentración. Esto es específicamente conveniente a la hora de sentarse a estudiar. A mayor capacidad de atención sostenida y selectiva, menor será el tiempo empleado para comprender un tema.
- Estimula la materia blanca y gris del cerebro lo que, a su vez, aumenta la memoria de trabajo. Ésta permite recordar los pasos de un procedimiento para completar una tarea.
- Evita el riesgo de desarrollar enfermedades mentales y alteraciones psicológicas en general.
- Disminuye la exposición al ruido, si se trata de un área verde extensa. Esto permite al cerebro un mayor descanso, un mejor sueño y, por lo tanto, una notable mejoría en el funcionamiento neuronal.
- Reduce la exposición a la contaminación ambiental. Al respirar un aire más limpio, nuestro cerebro se oxigena más y lo agradece con un mejor rendimiento.
- Beneficia a las personas con trastornos como el TDA (Trastorno por déficit de atención) y TDAH (Trastorno por déficit de atención e hiperactividad). Esto debido a un aumento de la atención. Basta con un paseo de algunos minutos por un jardín o parque para volver al aula más enfocado.
- Fortalece el control inhibitorio ya que se activan los centros prefrontales del cerebro. El control inhibitorio es aquella función cognitiva que permite controlar los impulsos, actuar con más raciocinio y tomar mejores decisiones.
- Crece la motivación del estudiante, al mejorar el estado de ánimo. Lo cual incrementa su compromiso ante sus deberes y su participación en clase.
- Tiene un impacto positivo en la actividad física. Esto es vital para la buena circulación sanguínea del cerebro y, por ende, para su eficiencia.
- Mejora nuestra capacidad de socialización, la calidad de nuestros vínculos con los demás y las relaciones afectivas. Así que, si quieres estrechar lazos con tus compañeros de clase, estudiar con ellos al aire libre probablemente sea una buena idea.
Recomendaciones para estudiar al aire libre
Ahora que ya has considerado tomarte más tiempo para estudiar rodeado de naturaleza, compartimos algunos consejos para que la experiencia sea de 10:
- Preparar el material de estudio con antelación es siempre una ganancia. Así evitas que falte o sobre materia de estudio en tu paseo.
- Llevar ropa lo más cómoda posible y adecuada al clima. Mientras más a gusto te sientas, mejor será tu concentración.
- Siempre es bueno llevar repelente de mosquitos por prevención, así como protector solar, en especial si vas a estar varias horas al aire libre. Aunque estés bajo la sombra, los rayos solares afectan.
- Aunque parezca contradictorio el uso de pantallas en la naturaleza, la idea de llevar tu tablet o lectores electrónicos hace que puedas disminuir peso durante tu excursión. De esta forma puedes llevar más contenido para estudiar, pero cargar menos peso.
- Si llevas dispositivos electrónicos para leer o estudiar, lleva contigo un cargador externo para la batería. Recuerda que tal vez allí no tendrás donde recargar.
- Lleva siempre frutas, comida sana y, por supuesto, proteínas para mantener una alimentación sana. Estas últimas son importantes para el funcionamiento del cerebro.
- Hidrátate bien durante el paseo, especialmente si es primavera o verano. Por muchas ganas que tengas de estudiar, no aprenderás si tus neuronas están deshidratadas.
- Considera previamente el lugar que visitarás. Hay sitios que ofrecen más ventajas que otros, por contar con recursos ergonómicos como bancos, mesas y sombra.
- Si vas a un sitio muy natural, sin bancos, sillas o mesas, considera llevar sillas plegables con apoyo para la espalda. Existen algunas bastante prácticas y ligeras. Combinar el estudio con apoyo lumbar y una buena postura es lo mejor.
Lugares para estudiar al aire libre en Sevilla
Cualquier sitio al aire libre que te ofrezca seguridad y comodidad puede servir, hasta salir al jardín de tu residencia o pasear por el parque más cercano. Sin embargo, te recomendamos visitar algunos lugares emblemáticos en Sevilla que vale la pena mencionar. Tal es el caso del Parque María Luisa, los Jardines de Murillo, la cafetería del hotel Alfonso XIII, Casas de la Judería, Plaza de Santa Marta, Plaza de Doña Elvira y el Patio de las banderas, entre muchos otros.
Si quieres combinar estudio con ejercicio físico, puedes echar un vistazo al top ten de los mejores lugares para correr en Sevilla.
También está la opción de alejarse del epicentro citadino durante el fin de semana, para combinar tus ratos de estudio, con otros dedicados al senderismo. Anímate y disfruta de las rutas de senderismo en Sevilla.
En fin, es ideal aprovechar las bondades del clima y decidirte a estudiar fuera de la rutina y de las paredes de tu habitación. Retoma el contacto con la naturaleza y descubre la primavera en Sevilla. ¡Tu cerebro y tus calificaciones te lo agradecerán!